Reforma Energética.

Soberanía, petróleo y partidos.

Por Cirilo Rincón Aguilar.

A simple vista la conjunción de estos tres sustantivos, soberanía, petróleo y partido como subtítulo de este trabajo, parecería un asunto harto difícil de exponer por la complejidad de cada tema, sin embargo, para estar presente en el debate que pronto se dará a nivel local y nacional, con motivo de la anunciada Iniciativa de Reforma Energética, no se sabe si será al texto Constitucional en materia de explotación de petróleo, leyes secundarias y, la ley que creó “Petróleos Mexicanos” PEMEX, o todas juntas, para dar paso a la modernización de la Paraestatal y hacer que la venta del petróleo sirva para ampliar los programas sociales y al desarrollo nacional a que deben orientarse los cuantiosos recursos de la venta del crudo.

Soberanía.

Mucho se ha discutido en el Congreso de la Unión el tema de la soberanía nacional siempre que se habla del petróleo, así que esperamos el mas candente debate parlamentario tanto o mas del que se dio en Querétaro por el Constituyente Originario cuando se voto el texto de lo que fue matriz del actual artículo 27 Constitucional.

La idea romana de la propiedad había permitido a las compañías petroleras Inglesa, Holandesa y Norteamericanas graves abusos y comprometía la autoridad de la nación, es verdad, tal vez de allí la dicotomía petróleo-soberanía y la importancia de este recurso para suponer que cualquier cambio en el status jurídico de PEMEX amenaza por entero la vida independiente del país.

La extrema izquierda parece olvidar que la soberanía reside esencial y originalmente en el pueblo, no en el petróleo, y que es potestad de nuestro pueblo darse así mismo su propia forma de gobierno. El nuestro, el Estado mexicano es representativo, democrático y federal y nuestra soberanía es única, inalienable e indivisible manifestándose frente a otros Estados como valuarte que impide la intervención de naciones extranjeras en los asuntos que solo competen a los mexicanos.



Por cuanto hace a la explotación de los hidrocarburos, por referencia histórica luego de la expropiación petrolera propiciada por el extinto presidente Don Lázaro Cárdenas del Río, hemos querido ver en el petróleo la fuente de la soberanía nacional, lo cual no es cierto desde luego, porque el México del 2008 nada tiene que ver con la precaria situación que en lo general el país vivía en 1938. Hoy México en el concierto de las Naciones es protagonista del respeto que se deben entre si las naciones por lo que, la explotación y beneficio de los recursos naturales debería dejar de ser trinchera política de quienes aferrados a la presidencia legítima, encuentran en el tema la oportunidad para mantenerse vigentes frente a los procesos electorales del 2009 y 2012.

Nada aprendieron de la enseñanza de las Naciones que conforman la Unión Europea, que sin perder la rectoría interna de las Repúblicas que la integran, conforman ahora una formidable federación de Naciones y con ella, el nacimiento de una gran potencia económica y política mundial.

Estamos a tiempo para dar paso a la modernidad tecnológica que nos permita sin perder autodeterminación, ni rectoría en materia de hidrocarburos, insertarnos ventajosamente en el mercado petrolero, para dejar de ser exportadores de crudos y dependientes de empresas petrolíferas extranjeras dedicadas a la producción de refinados.

En próxima entrega iré concatenando el tema soberanía con el petróleo para conducir con la ríspida participación que se expresa de los partidos políticos, sus actores principales en las Cámaras de Senadores y Diputados y por supuesto en los medios.

Por ahora, ahí la dejamos.